Desde la apertura de mi taller en ciguñuela en 1987, las clases de cerámica y alfarería han tenido siempre un espacio que con el tiempo ha ido ganando importancia.

He colaborado con escuelas rurales, con las clases para adultos que imparte la Diputación en el medio rural, como centro de prácticas para la Escuela de Artes..

En este momento doy clases de alfarería y cerámica en el Centro de Artesanía de Castilla y León (CEARCAL) en Valladolid.

Es un campo en continua ebullición y evolución que plantea al ceramista profesional retos constantes incitándole a investigar tanto en técnicas como en pedagogía.

La diversidad de personas que se acercan a las clases con requerimientos e ilusiones muy diversas, hacen que esté en permanente contacto con las nuevas y emocionantes generaciones cerámicas.

Las clases son espacios de creatividad, donde aficionados y profesionales pueden compartir, aprender e investigar.